Kokedamas Dracaena Plateada “S”

Kokedama “S”: Altura aproximada 30CM

Caja Kraft: 20x20x9cm

Plato terracota pintado línea Blum: 14cm

Categoría:

Descripción

Una kokedama, literalmente bola de musgo, es una composición con plantas naturales, de origen japonés relacionada con la técnica del bonsai. Está compuesta por una planta cultivada en una bola de tierra recubierta de musgo, sin necesidad de maceta.

El musgo contiene el sustrato sustituyendo a las macetas convencionales, retiene la humedad, disminuyendo la necesidad de riego y aporta a la planta un diseño original.

Su composición permite elegir entre suspenderlos o colocarlos sobre una superficie o recipiente.

Ubicación Existen plantas de exterior o de interior, con diferentes necesidades de iluminación, temperatura y humedad; de pleno sol, media sombra o sombra. Debemos encontrarle a cada planta su entorno ideal para poder desarrollarse.

Exterior Si la kokedama es de exterior, ubica la kokedama en un lugar protegido del sol directo, especialmente durante las horas centrales del día en los meses de verano. Evitando corrientes de aire frío o caliente.

Interior Si la kokedama es de interior, su cuidado dependerá de la especie, por lo tanto seguiremos los cuidados de cada planta en particular. Como regla general, buscar un sitio bien iluminado, pero sin sol directo. Evita ubicarla cerca de cualquier fuente de aire frío o caliente (aire acondicionado, calefacción, etc.).

 

 

 

Riego Las Kokedamas se riegan por inmersión. Sumerge la bola de musgo en agua, solo la bola, unos 5-10 minutos o hasta que dejen de salir burbujas. Deja escurrir la bola hasta que no gotee.  Colocar la kokedama en su lugar.

Es recomendable pulverizar la bola de vez en cuando para mantener la humedad del musgo. Con el tiempo, no obstante, el musgo irá perdiendo su tonalidad. Para que la kokedama mantenga su aspecto inicial, cada año es necesario un re-acondicionamiento, agregando sustrato y musgo nuevo sobre el viejo.

La regularidad de riego óptima para cada kokedama se establece en función de la variedad de cada planta. No todas necesitan la misma cantidad, por lo que es siempre conveniente conocer las características particulares de nuestra planta para saber ofrecer las condiciones y frecuencias de riego óptimas.

Aproximadamente, tarda 7 días en agotar su capacidad de agua en invierno. En verano será más corto este período por la evaporación que se produce con aumento de la temperatura.

Si dejamos reposar el agua de riego al menos un día, mejorará su composición.